
Peccata Mundi
La Secta ejerce la fascinante atracción de la «mujer barbuda del circo». En efecto, su segundo disco de estudio (en 2006 habían editado el hermético Un gusano de cemento), Peccata Mundi, narra las desgracias y las miserias de los “monstruos” (los pecadores); supuestos anómalos que, con sus desvíos, hablan más de la sociedad que los engendró que de ellos mismos. Peccata Mundi es un disco de rock industrial con tracción a sangre, pero que, a diferencia de su antecesor, no pierde de vista la canción pop y no deja de insinuar cierta apuesta al baile. Así queda demostrado desde el comienzo, en "Uno", donde un riff electrónico se enlaza a guitarras lentas y podridas, para dar paso a las voces querellantes -¿de la conciencia?-, todo bajo una estética oscura y sofisticada. Por momentos parecen Adicta, pero con más sustento e inspiración. Es un grupo que, debido al largo bagaje de sus integrantes, resulta difícil de catalogar: hay algo de los alemanes Rammstein, de Death in June, de la música contemporánea, de cierto